LA RUTA DE DON VASCO es un corredor
turístico-cultural en el estado de Michoacán, el cual está conformado por una
serie de poblaciones donde está presente el legado del humanista español Vasco
de Quiroga, Primer Obispo de Michoacán quien en el siglo XVI emprendió una
labor educativa, social, evangelizadora y de unificación con los habitantes
originarios de la región tras la conquista española, el legendario Pueblo
Purépecha, la única cultura de Mesoamérica que no fue conquistada por Los
Aztecas.
Parte de la obra de Vasco de Quiroga fue fundar
“Pueblos-hospitales” mediante misiones conventuales encomendadas en conjunción
con los frailes agustinos y franciscanos. La parte medular de las poblaciones
era el Templo para el oficio religioso, algunos con capillas abiertas al aire
libre y el edificio anexo correspondiente al Hospital “Huatápera” en purépecha,
la escuela de oficios y la casa de los religiosos.
La herencia de “Tata Vasco” como le nombran los
purépechas, hoy en día se conserva en rico patrimonio cultural y etnográfico expresado
en arquitectura, obras de arte, tradiciones, gastronomía, artesanías y demás
manifestaciones de folclor e idiosincrasia.
ARQUITECTURA: Patrimonio edificado de rico valor
histórico y artístico se conserva en toda la ruta en poblaciones como
Pátzcuaro, Tzintzuntzan , Zacán, Nurio, Pomacuarán o Tarecuato. Conjuntos conventuales
de estilo plateresco y barroco; templos y casas habitación construidos en
materiales tradicionales como piedra volcánica, cantera, adobe, madera, teja,
tejamanil; como las Casonas de Pátzcuaro, o las tradicionales Trojes de
Madera.
OBRAS DE ARTE: Escultura única como las imágenes en
bulto realizadas en la ancestral técnica de pasta de caña de maíz, como el Señor
del Santo Entierro de Tzintzuntzan, un Cristo “que crece”, o la Virgen de la
Salud de Pátzcuaro. Tallas en piedra como las cruces atriales, o las esculturas
y relieves en las fachadas de las iglesias. Pintura novohispana en infinidad de
oleos sobre tela, frescos en los muros
de sus conventos y profusos “cielos historiados” pintados en las bóvedas de
algunos de sus templos. Obras de ebanistería en retablos, artesones y
mobiliarios.
TRADICIONES: Música como el canto tradicional Purépecha la “Pirekua” declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
por la UNESCO en 2010. Danzas tradicionales como la “Danza de los viejitos”, “Danza
de las mariposas” y “Danza del pescado blanco”. Vestimenta tradicional de gran
colorido que se acentúa en sus festejos. Tradiciones ancestrales que hoy en día
se conservan, algunas de origen autóctono como la Noche de Muertos, algunas
contenidas en la religión y sincretismo como las Tradiciones de Semana Santa, otras
de interacción social como la ceremonia del fuego purépecha, rituales, el juego
de pelota encendida o más recientemente el Festival de la Raza Purépecha de
Zacán, concurso donde participan delegaciones de los pueblos de la meseta Purépecha, que se divide en cuatro regiones: la lacustre, la sierra, la cañada
de los Once Pueblos y la región de Tarécuato y en donde se llevan a cabo
manifestaciones musicales de Danzas, Pirekuas, Orquesta y Bandas.
GASTRONOMÍA: La rica Gastronomía Purépecha
declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO también en 2010 se conserva gracias a las cocineras
tradicionales que elaboran platillos y bebidas principalmente en base al maíz,
como corundas, uchepos, enchiladas, atole (Ver Festival del atole de Tarecuato),
así como con otros ingredientes como los charales y pescado blanco del lago de
Pátzcuaro. Muchas de las cocineras aun conservan vigente en sus hogares las tradicionales
cocinas de fogón dando un sabor único a los alimentos.
ARTESANÍAS: Cada uno de los pueblos de la Región
Purépecha que integran La Ruta de Don Vasco conservan un oficio en particular; en
la técnica de Cestería destaca Tzintzuntzan; en la Laudería las famosas
guitarras de Paracho; en la Carpintería los juguetes de Quiroga, las tallas en
madera de Pátzcuaro y los muebles de Cuanajo; en la Orfebrería los trabajos en
cobre martillado de Santa Clara; en la Alfarería las ollas de Capula o de
Cocucho y las Piña de barro vidriado de
San José de Gracia. Artesanías únicas como el maque y laqueado de
jícaras y bateas en Uruapan o las mascaras y figuras alegóricas de poblaciones
como Ocumicho donde sobresalen los diablitos y el árbol de la vida. En los
textiles destacan los bordados de guanengos, vestidos y rebozos, algunos de
ellos de gran valor artístico.
¡Vive esta experiencia presente solo en
Michoacán!
Textos y Fotografías: @eescamillaa
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